Enamorados del Camino
Los peregrinos repiten hasta cuatro veces esta experiencia de la que destacan su esencia espiritual y la riqueza de los paisajes
Peregrinas llegando a Caldas de Reis. | // SANTOS ÁLVAREZ La meta es el Camino, más allá de Santiago.
El viaje espiritual, la reflexión constante a cada paso cuando ya no tiran las piernas. Así lo viven los peregrinos que llegaron ayer, en el Día de Galicia a la Boa Vila. Con un cielo inestable y la temperatura perfecta para caminar las palabras que más se repetían para expresar el enamoramiento por esta tierra eran “verde”, “naturaleza, “paz” y claro, “gastronomía”.