Se trata de una olimpiada folclórica a la que concurrieron al menos 50 países del mundo.
La delegación boliviana se preparó desde hace al menos dos años y brilló con su participación ayer, que fue la clausura del show.
Desde Rusia, la delegada nacional, Paola Rivero, informó que el público ruso disfrutó de diablada, un cuadro de Potosí, caporales y un cuadro oriental.
El director artístico, Roberto Sardón, junto a su equipo de profesionales, seleccionó esos ritmos para reflejar el contraste cultural que hay en Bolivia.
En una de sus coreografías los danzarines bolivianos incluyeron un saludo a ese país, a través de una canción popular de Rusia que interpretaron con el charango. Esto emocionó a los asistentes.