Si cuando estás agarrado a una roca, con el vacío a tu espalda, molesta hasta el zumbido de una mosca, cuesta imaginarse lo que perturba al escalador llevar un calzado con cinco tallas menos de lo habitual. En la escalada deportiva estas cosas pasan. Y se las cuenta a Primera Plana Mikel Linacisoro (Bergara, Guipuzcoa, 2000), una de las grandes promesas de la especialidad en España. A sus 20 años, tiene la mente y los dedos de las manos y los pies puestos en los Juegos de París, donde la escalada deportiva cumplirá ya su segunda edición como deporte olímpico.