El sector bancario empieza a recuperar el brillo perdido. Las menores provisiones, la mejora de los indicadores económicos y el alza de las rentabilidades en el mercado de deuda han servido de impulso a las subidas en Bolsa, un recorrido que parecía que empezaba agotarse en las últimas semanas a medida que crecen los temores de una vuelta a las restricciones para frenar la expansión de las nuevas variantes. Pero no todo lo acontecido en las últimas sesiones está siendo malo. La decisión del BCE el viernes de eliminar las restricciones al pago de dividendos y la recompra de acciones a los bancos a partir del 30 de septiembre es una buena muestra, una medida que sigue los pasos de otros reguladores como la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra.