Gigi es un futbolista polivalente y tremendamente versátil. Puede jugar en el
doble pivote, de mediocentro defensivo. incluso de mediapunta, como ahora con Países Bajos.
Es completísimo. Técnicamente bueno, rápido, fuerte y, sobre todo, tiene gol. Le gusta acabar siempre las jugadas cerca del área. Pero me quedo con otra faceta: es un luchador nato, no para de trabajar por el equipo y no da una bola por perdida. Desde que llegó a la Premier se ha forjado una gran reputación. Sólo hay que ver la despedida que le tributó Anfield.
Fuera del césped es top .
La UEFA dio el visto bueno a que las botellas de cerveza presentes sobre la mesa de las conferencias de prensa de la Eurocopa puedan ser retiradas cuando hablen jugadores musulmanes si éstos así lo pidiesen, indicó la instancia ayer después del comentado gesto de Paul Pogba.
Selección. Porque a
Copenhague (y esperemos que en
San Petersburgo y
Londres) jugará con la misma pasión pero con menos presión. Más liberado. Sin sentirse en el ojo del huracán. Arropado y valorado por la escasa colonia de españoles, afortunados, que puedan ver in situ al equipo nacional.
A nadie se le escapa que a
Morata le está faltando finura de cara a gol. Y, eso, siendo un 9, penaliza. Pero no se le puede discutir su entrega, su compromiso, su trabajo invisible e infatigable, ni sus movimientos sin balón de los que se benefician sus compañeros. Digamos que
Este sábado,
Gales vivirá por segunda vez una ronda eliminatoria en una Eurocopa en el partido contra Dinamarca. El combinado británico, que ya cuajó una gran actuación llegando a semifinales en 2016, afrontará otro reto histórico en la que es su tercera participación en un gran torneo.
Le estará capitaneando, como no podía ser de otra forma,
Gareth Bale. El extremo del Real Madrid, líder de la selección, afronta esta eliminatoria ante Dinamarca con el firme objetivo -aparte de pasar a cuartos- de
dar la vuelta a dos rachas que mantiene con Gales desde hace tiempo.