Con 40 kilos de peso apenas, a pesar de las amenazas y torturas, recién ingresado al Reclusorio Norte, “El Guaymas” declaró ante la prensa que en el Campo Militar número 1 se encontraban militantes vivos y desaparecidos, pues había visto a mi madre. Desde entonces no hubo lugar donde no lo denunciara.
Ciudad de México, 13 de julio (A dónde van los desaparecidos).–Tenía yo seis años cuando sonó el teléfono en la casa de mis abuelos maternos en Chihuahua. “¿Quién habla?” me dijeron apenas contesté. “Alicia”, respondí. “¿Qué pasó, vieja? Fíjate que yo fui muy amigo de tus papás”, me dijo una voz alegre y muy fuerte. Era