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Andrea Moreno. EL TIEMPO Yo duermo tranquilo, porque sé cuál es la misión que cumplo en la vida de muchas personas que sufren y que no tienen ninguna oportunidad de vivir , le dijo el doctor a este diario en junio de 2012.
Su trabajo, repudiado por un amplio sector de la sociedad, fue para cientos de familias un refugio. Desde 1980 empezó a practicar los procedimientos, y hasta su muerte fue uno de los más acérrimos defensores de la eutanasia en el país.
Apenas dos días antes de su muerte, la Corte Constitucional seleccionó para revisión una tutela –presentada por Yolanda Chaparro, una mujer mayor que luchó para que le fuera autorizada la eutanasia–, con la que se busca ampliar este derecho en Colombia y que el procedimiento no solo se realice a pacientes en etapa terminal.