Ana María antes de Maruja Mallo, la única bruja joven
La artista gallega encandiló al padre del surrealismo, André Breton, con sus pinturas y pronto destacó en el panorama cultural madrileño
Amiga de Lorca, Dalí, Neruda o Buñuel, se trata de una de las personalidades más interesantes del siglo XX español
El salón de actos de la prestigiosa
Revista de Occidente jamás había abierto sus puertas para acoger una exposición artística. Jamás hasta el 28 de mayo de 1928. Ese día, Ortega y Gasset, flamante director de la publicación, recibió con entusiasmo a la intelectualidad de la ciudad de Madrid que acudió en tropel a contemplar la obra de una joven pintora de 26 años que presentaba todo un conjunto de cuadros cuya temática sobrevolaba cuando no penetraba hasta las trancas las verbenas de pueblo y los divertimentos tradicionales y futuristas de los hombres y las mujeres españolas. A la joven que había detrás de aquellos diez óleos y muchas más estampas