El expresidente del Gobierno aspira a redondear una variante de la operación ETA , es decir, otro proceso de pacificación/rendición en una convulsa comunidad española comandada por el nacionalismo y en desafío permanente al aparato del Estado. Cierto que en Cataluña no hay bombas, ni tiros en la nuca ni mil asesinatos. Allí late un feroz desafío al marco de convivencia alcanzado en el 78 que cobró nuevos impulsos con la llegada del Gobierno social-comunista a la Moncloa.
Zapatero se ha convertido en todo un especialista en la liturgia de la mediación. Pasa por experto imprescindible y por consultor ineludible tanto para la Venezuela sanguinaria de