4.000 estudiantes que se han desplazado a
Mallorca desde mediados de junio con motivo de los viajes de estudios organizados por cinco agencias de la Península, quedan un centenar en s’Arenal de Llucmajor, donde se alojan. Hace pocos días que están en la Isla y reconocen no estar tranquilos del todo.
«Llegamos el jueves y este viernes vimos todo lo que estaba ocurriendo. Estamos un poco asustados», reconocía
un grupo de Pontevedra. Explicaron que la situación en el hotel en el que se alojan «está controlada y se cumplen las medidas de seguridad». Por contra, nada más salir del establecimiento se les ofrecen fiestas privadas «para nosotros». El jueves por la noche estuvieron en una, en la que «había bastante control», pero todavía dudan si contratar o no la excursión en catamarán.
«No hay muchos datos y es difícil decir si el caso índice del megabrote (el inicial) es o no de aquí. La primera persona que tuvo síntomas fue un monitor de un grupo de estudiantes, aunque también podría ser que lo hubieran originado otros asintomáticos. Lo que sí sabemos es que la infección no es por una mala situación de Baleares». El portavoz autonómico del comité de enfermedades infecciosas,
Según comunicó este viernes el Govern, tras las investigaciones de los servicios sanitarios de rastreo, hubo varias situaciones a mediados de junio que favorecieron la propagación de los contagios. Uno de ellos el concierto de reggaetón en la plaza de toros de Palma, a cuya entidad organizadora ya se le ha abierto un expediente que puede terminar en una posible multa de entre 60.000 y 600.000 euros por infracción muy grave.