Comparte:
Ya el “Caballo” descansa plácidamente en su potrero particular. Su trote -siempre a todo galope- se ha detenido para siempre. Lamentablemente, ha muerto Juan De Dios Ventura Soriano, el hombre; pero, ha nacido “La Leyenda”.
Y de ella hemos de hablar en el futuro y por los siglos de los siglos. Los pocos o muchos desaprensivos y malos dominicanos que no entiendan esta realidad, seguirán hablando de “la persona” mas, nadie los escuchará.
Yo, por razones de sentido común y por mis limitaciones de narrador, no trato de hacer una apología de lo que significa Johnny Ventura para el merengue dominicano que, a fin de cuentas, es el merengue del mundo. Por lo tanto, sólo intentaré sacar del baúl de los recuerdos, algunas inquietudes del imaginario popular que, por una razón u otra, no se han tratado con la sobriedad que demanda la historia.