Con el tiempo y a cuenta gotas los países occidentales irán reconociendo al nuevo régimen talibán, como en su día hicieron con el régimen “talibán” nacional-católico del genocida Francisco Franco.
En la visión más conservadora, esa que traduce la diferencia biológica entre los sexos como justificación de un distinto comportamiento social, lo masculino-activo es propositivo, insistente, lo femenino-pasivo, responsivo y resistente.
Al margen de las posibles responsabilidades en los procesos judiciales del rey Juan Carlos I y de su indiscutible deterioro político y moral, se debe acabar cuanto antes su extraño destierro.