Dos mujeres se quedan encerradas en el cementerio de Inca y descubren a un individuo residiendo en un sepulcro. Doble susto el que se llevaron las primas Paqui y Fina González cuando hace unos días se quedaron encerradas por la noche en el cementerio de Inca. A los nervios de no poder salir del recinto se añadió la presencia de un individuo que, tras hablar con ellas, se dirigió a uno de los panteones, abrió las puertas y se metió en su interior para no volver a salir durante todo el rato largo que estuvieron esperando a que les abrieran.