Tras casi dos décadas después de publicarse la primera parte, el autor se aventura a proponer una visión más histórica que defina el carácter mallorquín. El subtítulo de la segunda parte de Queridos mallorquines lo dice todo: ‘Ahora en serio’. Aunque, a su vez, tampoco hay que tomárselo al pie de la letra. El arquitecto Carlos García Delgado, autor de ambas partes con el pseudónimo de Guy de Forestier, explica que «había cosas que se quedaron en el tintero», y ahora invita al lector a adentrarse en ellas desde una perspectiva histórica que pretende dar una explicación de aquello que hace al carácter mallorquín diferente y único. Es, probablemente, el libro más necesitado para alegrar las sobremesas que se avecinan con la relajación de restricciones y el regreso de reuniones familiares.