A pesar de que Cortolima ha recibido muchas quejas y ha evidenciado vertimientos al río, tala indiscriminada y ocupaciones en la ronda hídrica, y ha efectuado decenas de visitas, no se conocen resultados palpables para frenar el crecimiento desbordado de edificaciones en la zona.
Cuando surgió la idea del turismo sostenible se buscaba una forma de minimizar el impacto sobre el medio ambiente sin menoscabar una considerable fuente de ingresos y de generación de empleo en las poblaciones locales que contaban con riquezas naturales.
Pese a las dificultades, el Cañón es hoy en día un orgullo para Ibagué y un lugar de referencia para una gran cantidad de turismo ambiental y cultural.