En 1988, las fuerzas iraníes pusieron en marcha la Operación Mersad (camino vigilado) y frustraron los planes del MKO para hacerse con la capital de Irán.
El grupo terrorista Muyahedín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés) con el irrestricto apoyo del exdictador de Irak Sadam Husein, atacó el 26 de julio de 1988 a las fuerzas iraníes, lanzando una ofensiva desde la frontera oeste del país persa para capturar Teherán.
Sin embargo, las fuerzas iraníes, más unidas que nunca, echaron por tierra este complot y emprendieron la Operación Mersad, que fue liderada por el mártir teniente general Ali Sayad Shirazi.