Deportes
24 julio, 2021
25 julio, 2021 | 22:14 Agencia | Tokio | AFP
La australiana Cate Campbell (R) y sus compañeras de equipo celebran después de establecer un récord mundial y ganar la final del evento. Foto: AFP
El equipo de Australia femenil ganó por tercera vez consecutiva, después de Londres 2012 y Rio 2016, el título olímpico del
relevo 4×100 metros femenino, este domingo en Tokio, y lo acompañaron además de un nuevo récord mundial (3:29.69).
El cuarteto
aussie, compuesto por
Bronte Campbell, Meg Harris, Emma McKeon y Cate Campbell, superó en la lucha por el título a Canadá (3:32.78, plata) y a Estados Unidos (3:32.81, bronce). El anterior récord mundial estaba en posesión también de Australia y había sido fijado en 3:30.05 en abril de 2018.
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La prueba más legendaria de la natación no es otra que los 100 metros libres.
Es la velocidad pura, la espectacularidad imponente. Desde que se reconociera el primer récord mundial masculino en 1905, tres años más tarde en mujeres, el descenso de las marcas pone en contexto la progresión humana. Las cifras del ayer no tienen nada que ver con las del hoy. Los nadadores han alcanzado a lo largo de la historia velocidades que parecían impensables.