frontera norte de México su oportunidad para pedir
asilo en
Estados Unidos empeora día a día. Muchos están en
campamentos improvisados, bajo plásticos o lonas, sin baños y a merced de los criminales tanto en
Tijuana, en el extremo oeste, junto a California, como en otros puntos de la frontera.
“Los niños se están enfermando de diarrea, se enferman de calenturas, de infecciones porque hay mucha mosca”, cuenta Karitina Hernández, de 63 años, una mexicana que salió huyendo del sureño estado de Guerrero con toda su familia, seis adultos y tres niños.