Constitución Política de 1991.
Aunque fue promulgada, entre el alborozo general, en la Gaceta Constitucional número 114 del jueves 4 de julio de ese año, su gestación empezó con el llanto adolorido de esa juventud que sentía que su país se le iba de las manos.
Por aquella época, el miedo reinaba en cada esquina. En El cielo a tiros, el escritor Jorge Franco recuerda que los niños crecían viendo las rejas de sus casas. Las madres no les permitían salir por el temor a la espiral de violencia.
Un día explotaba un carro bomba en un céntrico punto urbano, al otro se conocía una masacre en un pueblito. Nadie estaba a salvo. A la prensa, por ejemplo, Pablo Escobar intentaba silenciarla a balazos, y así mató al director de El Espectador, Guillermo Cano.