A Andrés Manuel López Obrador no le gustan las personas equidistantes. Tal y como ha reiterado en numerosas ocasiones: O se está por la Transformación o se está en contra, es tiempo de definiciones, nada de medias tintas, que cada quién se ubique en el lugar que le corresponde, o somos conservadores o somos liberales . Desde que llegó al poder, el presidente mexicano se ha encargado de trazar
una línea que divide a la sociedad entre patriotas , que le apoyan, y traidores , que no lo hacen. También ha convertido el debate público en un monólogo sobre su figura y ha apostado por la polarización como estrategia política, consciente de que la continuidad de su proyecto está garantizada si logra mantener el apoyo de los suyos.