La intervención sanitaria en Camagüey comenzó por el segmento poblacional de 60 años o más.
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Camagüey.–«¿Que si me dolió? ¡Ni la sentí! Y eso que yo le tengo tremendo miedo a las inyecciones». Así recibió Verónica La Fontaine Provost, entre jaranas y dicharachos, la segunda dosis de la vacuna Abdala, como parte de la intervención sanitaria que tiene lugar en esta ciudad cabecera provincial.
La anciana, que en diciembre cumplirá 94 años, acudió junto a su hijo al punto de vacunación ubicado en la Aduana Camagüey: «Desde que empezó la epidemia –expresó–, siempre he dicho que todo lo que proteja contra la dichosa COVID-19 yo me lo pongo, y aquí me tiene, agradecida y bien atendida».