Aquí tardan menos en ponerte de vuelta y media que en la última sesión del Congreso. Hacen llaves que te dejan ko más rápido que al mirar la factura de la luz. “Todos podemos”, te prometen. Y sí, en la primera clase acabas noqueando a un enmascarado 4x4 aunque tengas el nivel de lucha del “que te pego, leche” de.