Portada partitura Misa de Montes, conservada en la catedral de Santiago.
Foto: ECG
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Hay músicos que no llegan a ser profetas en su tierra. Otros, aun siendo conocida gran parte de su obra, solo ahora a algunos les suena su nombre, pese a que en un pasado no muy lejano fueron glorias nacionales.
Es el caso de Juan Montes Capón (Lugo 1840-1899). En esa capital gallega nació y allí falleció repentinamente, sin apenas ir más allá de las murallas romanas para dirigir los múltiples coros y orfeones que creó y dirigió. Iba a la ciudad herculina con cierta frecuencia para esa labor o formar parte del jurado de los célebres certámenes musicales, tan de la época.