Barbarie
La muerte de
Samuel en Coruña fue cruel, terrible, inhumana. Profundamente injusta, violenta, llena de barbarie. La repulsa, el hastío, la rabia contenida, el hartazgo ante estas conductas, ante estos comportamientos deben hacernos reflexionar. No se trata de sacar banderas ni arrojar panfletos.
Se trata sobre todo de educar. Algo que se ha desvalorizado desde hace mucho tiempo. Algo que suena y huele a rancio, a caduco pero que lleva por la deriva de la intolerancia, la imposición, la afrenta, el incivismo a una parte de una sociedad que salta, grita, golpea a las primeras de cambio mientras algunos incluso aplauden o aprueban con silencios explícitos.