El ciclista de Boyacá, que en las últimas semanas había parecido fuera de forma y cedió el liderato de la montaña al canadiense Michael Woods, el primero de su nacionalidad que lo viste, volvió a demostrar que está de lleno en la pelea al coronar en cabeza el puerto de Envalira, el techo de este Tour con sus 2.408 metros.
Quintana volvió a demostrar que en las alturas extremas puede superar a sus rivales y por delante tiene terreno para seguir sumando puntos.
Al Tour le quedan dos cotas por encima de los 2.000 metros y otras que se acercan a esas latitudes, motivos suficientes para que el colombiano pueda soñar con acabar como rey de la montaña, honor que ya tuvo en 2013.