Ajo y Agua | Perdimos otra Copa de corcholata
Debido a las malas decisiones de los dirigentes mexicanos, nuestro balompié está pagando los platos rotos entre retrocesos y subcampeonatos que a la postre afectarán aún más
Esta Copa Oro, que ya es de corcholata, nos está abriendo los ojos a nuestra cruda realidad en lo que significa el futuro que nos espera, con todas las malas decisiones que ha habido en nuestros dirigentes mexicanos dentro de la Concacaf y sobre todo en la Conmebol. Antes existía un vínculo tan bueno, que directivos como Francisco Ibarra y Emilio Maurer iniciaron contactos y fueron los precursores de que estuviéramos en Copa América, Libertadores y Sudamericana de clubes, y con la continuidad de Alejandro Burillo en el tema. Ese vínculo fue fundamental y básico para el crecimiento del futbol mexicano, tanto a nivel individual como a nivel equipos y selecciones nacionales mexicanas.