Casas cerradas, arribo de elementos policiacos y retenes, han obligado a las familias a salir de su hogar, Abelino Diaz Santiz es uno de ellos, actualmente se encuentran en la iglesia de Yabteclum, junto con 400 desplazados más.
Díaz Santiz no se expresa bien en español, su padre don Mariano Díaz nos relata cómo fue esa decisión de abandonar todo sin pensar la dirección que iban a tomar.
“Y ahí estábamos tranquilos en nuestras casas, cuando pasó, hubo balaceras, pues salimos, luego escuchamos que estaban echando balazos, ahí salimos”.
Él junto con su esposa y su hijo viven en Chenalhó, a pesar que no es la zona donde estaba el conflicto, las balas llegaron hasta ellos, y una de ellas se incrustó en el pie de Abelino.