La gestora de capital riesgo Cardumen Capital quiere volver a intentar atraer a grandes socios financieros interesados en invertir en empresas que desarrollan tecnología disruptora en Israel, tras el éxito del primer fondo creado a principios de 2019 y que logró levantar 60 millones de euros entre cien inversores, con Repsol, Sabadell o REE como grandes representantes del Ibex 35. “Queremos continuar con la misma estrategia y levantar un nuevo fondo para invertir en tecnologías similares, ya que vemos que existe recorrido. Para los inversores, el mercado israelí de tecnología aplicada es un producto muy diferencial”, recalca
Igor de la Sota, socio fundador de Cardumen Capital.
El grupo financiero australiano Macquarie ha invertido 90 millones de euros en un proyecto solar en España promovido por Q-Energy. La cartera está compuesta por tres plantas de energía termosolar de concentración (CSP, por sus siglas en inglés) y cuenta con una potencia total de 120 megavatios (MW). En concreto, la compone la planta termosolar de torre central Gemasolar, de 20 MW y la primera del mundo en producir energía las 24 horas del día, y dos plantas de captadores cilindroparabólicos de 50 MW, Valle 1 y Valle 2.
Están ubicadas en Andalucía y producen suficiente energía verde como para abastecer al equivalente de más de 84.000 hogares españoles y evitan la emisión de 126.000 toneladas de carbono al año. La inversión de Macquarie Asset Management se efectuó en representación de sus clientes institucionales a través de una financiación de deuda subordinada a largo plazo específica.
Bakery Iberian Investments, la cabecera del grupo Bimbo en la península ibérica, logró en el ejercicio 2019 su primer beneficio individual en un periodo de cinco años, en los que acumuló abultadas pérdidas que en el ejercicio 2018 llegaron a alcanzar los 351 millones.
Una ausencia de rentabilidad que ha provocado que durante ese periodo su matriz holandesa tuviese que inyectar le fondos de manera constante, en forma de sucesivas ampliaciones de capital. Algo que también continuó en 2019, aunque a menor ritmo.
Así consta en las cuentas individuales que Bakery Iberian Investments acaba de depositar en el Registro Mercantil. Un retraso significativo y habitual en esta empresa, que aún no ha depositado su memoria financiera consolidada del ejercicio 2018, como tampoco la de 2019.