Mientras alrededor de
45 mil argentinos están varados en el exterior luego de que el fin de semana el Gobierno redujera el cupo de ingreso diario a la Argentina de 2.000 a 600 pasajeros, la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, defendió la medida y minimizó la dramática situación que afronta la mayoría.
La funcionaria planteó que, al momento de viajar, todos
firmaron una declaración jurada en la cual se hacían responsables de que estaban saliendo “en medio de una pandemia” y, según sostuvo, asumieron las consecuencias de un eventual cambio en las condiciones de retorno.