“Nabucco” no es mi ópera favorita de Verdi, lo cual no es precisamente un demérito. No por ello deja de ser una de las partituras más hermosas que he escuchado en mi vida. Fluctúa entre lo intenso y lo delicado, pero es una obra temprana dentro de la extraordinaria carrera del genio de Busseto. Quizá por ello le falta ese equilibrio perfecto de otras obras maestras del compositor. Cierto que fue un super éxito, la que le convirtió en un héroe popular, la voz de los italianos que buscaban su identidad como nación. Se tarareaba en todas las casas, reuniones, en los puertos, en el campo, fue la que le situó en lo más alto de las listas de superventas (su equivalente, quiero decir) y le dio nivel internacional.