Como un
irrespeto a lo sagrado, calificó la Diócesis de Montelíbano, los hechos ocurridos el pasado 5 de julio en el municipio de Ayapel, Córdoba, donde cuatro monumentos religiosos fueron vandalizados.
“Estas actuaciones hieren la sensibilidad religiosa de quienes profesan la fe católica. Todo esto manifiesta un rechazo irrespetuoso a lo sagrado, propio de personas que intentan excluir a Dios de sus vidas y de las comunidades, destruyendo los signos que remiten a Él. Además, es una provocación religiosa a la feligresía católica de las parroquias de Ayapel y de toda la Diócesis de Montelíbano, creando confusión, miedo e inseguridad social”, se estableció por parte de la Iglesia.