B.A. -
lunes, 19 de julio de 2021
Los campos de lavanda de localidades como Mecerreyes lucen en todo su esplendor y se han convertido en una baza más para atraer visitantes. Su violeta intenso comienza a apagarse con la llegada de agosto
En Mecerreyes se cultivan unas 16 hectáreas de lavanda. - Foto: Christian Castrillo
Su inconfundible color violeta intenso se funde con el marrón del suelo que le acoge, con el ocre del cereal que le rodea, con el verde de los árboles y con el azul del cielo. Juntos forman una gama cromática perfecta para el disfrute, perfecta para la foto. Los campos de lavanda de Mecerreyes, y de otras localidades del valle del Arlanza como Castrillo Solarana o Villoviado, están estos días en su máximo esplendor y se han convertido en un reclamo turístico más. El boca a boca de nuestros días, que no es otro que las redes sociales, ha propiciado que quien ve una imagen de las flores violetas perfectamente alineadas en los diferentes surcos quiera tener la suya propia con ese efímero marco de fondo.