Psicólogo. Cantautor. Ha escrito los libros: Psicología para la Revolución y Psicología de la corrupción. Ha grabado los discos: Trovas de fin de siglo, Círculos de madrugada y Del deseo.
—Por ahí dijiste que “el enemigo se encarga de hacernos creer que estamos solos y esa ha sido su única estrategia y fortaleza”, ¿cómo nos defendemos?
—El ser humano tiene una doble naturaleza; por un lado es individuo y por otro es colectivo. Es como los dedos de la mano: están separados pero, al final, todos confluyen en un tronco común. De la misma manera, todos estamos interconectados y todos los seres humanos estamos unidos. El Maestro Thay decía que las cosas no “Son” sino que “Inter Son”. Igualmente sucede con los humanos. Esta conciencia colectiva nos fue borrada por la dominación, al punto de hacernos creer que somos seres individuales y que estamos solos y, peor aún, que tenemos que competir unos contra otros. Como vemos esa es la legitimación del capitalismo. La soledad, el individualismo y la competencia como forma de relación en la sociedad. Nos defendemos entonces conociendo y reconociendo la “interconexión”. Nos defendemos de la soledad y el individualismo recuperando la memoria que trataron de borrarnos, y dándonos cuenta de que vivimos en un vínculo inextricable donde si yo hago daño al otro, en realidad me estoy haciendo daño a mí mismo. En estos días estamos celebrando 200 años de la Independencia; ojalá y la humanidad deje de alzar las banderas de la Independencia para, en algún momento, alzar las banderas de la inter dependencia, y reconocer que todos estamos en un mismo barco. Eso sería un salto cuántico en la conciencia de la humanidad, pero mientras existan aberraciones como el imperialismo tendremos que seguir contentándonos con la Independencia. La conciencia de la inter-dependencia vendrá, tal vez, en otra vida. Pero lo cierto es que nos estamos perdiendo de un tesoro por la tozudez de algunos personajes bien oscuros para la humanidad: Almagro, Trump, Biden, Guaidó, etc, representan un salto atrás en la conciencia evolutiva de la humanidad y sería correcto catalogarlos como “fuerzas involutivas”.