Cuba, tierra de huracanes, estos días estuvo en el centro de muchas noticias tras la explosión de protestas populares que desconcertaran a ajenos y a propios: El 11 de julio, el cansancio por los continuados “alambrones” — más que “apagones”— en la ciudad de San Antonio de los Baños —sede de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano— lanzó a sus habitantes en una inusual protesta que, chispa vía redes sociales, se extendió a la capital y diferentes provincias —muchas se dice, aun el controlado silencio mediático—, uniendo los más disímiles reclamos latentes y convirtiendo el país — y las noticias— en un guirigay.