Jalona nuestras conversaciones con altísima frecuencia, pero su uso también puede revelar el declive de ciertos estereotipos de género. Un estudio sobre el término joder concluye que la interjección está muy incorporada a las conversaciones de las jóvenes, lo que contrasta con los “mandatos tradicionales” que ven negativo el uso de palabras malsonantes, un rasgo de masculinidad, y con las descripciones más amplias del habla de las mujeres.