Luego de volver al campo, después del medio tiempo, en el 52, le atacante argentino, naturalizado mexicano,
Rogelio Funes Mori fue trompicado por el guardameta rival dentro del área, generando un penal claro que había marcado el árbitro; no obstante, la jugada quedó invalidada por un fuera de lugar al inicio de la jugada.
Después de esa acción, El Salvador recibió un levantón anímico y se fue al frente con toda la intención de empatar los cartones, y nueve minutos después estuvo cerca de lograr; pero
Alfredo Talavera y la zaga mexicana se revolvieron para impedir que el balón culminara dentro de las redes.