Gaspar, El Lugareño
Ausencia en carne y hueso sin retórica adyacente
Nadie agoniza entre las sombras
Ningún duende se suelta del rincón
Ningún pájaro nocturno partiendo las distancias
Ninguna pena es más pena que la pena de siempre
Ningún gato en la penumbra sugiere tus ojos
Ninguna puerta se queja con el viento
Ningún murmullo descuaja los tallos de la noche
Ninguna sombra descuelga la luna borra la mirada
Ninguna brisa en el limonero más que la brisa de
siempre
Ninguna mariposa nocturna sobrevuela
árboles
ausente
Sin embargo, acá dentro hay un sitio que se