Se parecen tanto a veces el odio y la justicia...
Publicada el 11/07/2021 a las 06:00
No sé cuánto de lo de ahora se parece demasiado a lo de antes. Creo que no hay nada que salga de la nada. Siempre hubo algo que venía del pasado.
El pasado nunca desaparece. Para lo bueno, a veces. También, demasiadas veces, para lo malo: “¿No será el recuerdo lo que duele?”, se preguntaba Luis Cernuda.
El doloroso ayer que regresa en la forma de un daño incalculable.
El fascismo siempre tuvo una ventaja: el lenguaje. Hacer fácil lo difícil. En cuatro palabras dice lo que otros necesitamos un libro entero o una conferencia para decirlo. Lo dice huecamente, claro, sin sustancia interior, sin llegar al fondo de lo que se afirma o se niega. Suelta el fascista una canallada y luego hacen falta tres horas para desmontarla con argumentos sólidos, incontestables. El Gobierno mata, decían las derechas en los momentos crudos de la pandemia. O más aún: eran