Hace siete años que
Santiago Segura (Madrid, 1965) dejó aparcado a Torrente, aquel policía casposo, racista y machista con el que dio el salto al largometraje. Pero es inevitable que que al de Carabanchel le persiga aquel antihéroe que se inventó para criticar las formas y los modos de una España rancia que parecíamos haber dejado atrás. Incluso aunque lo suyo ahora sea la comedia familiar. «Yo no me he edulcorado, lo que pasa es que me gusta afrontar retos, y hacer reír a todo el mundo lo es», dice sobre
'A todo tren: Destino Asturias', la película que estrena hoy en las salas de cine, en la que da vida a Ricardo, un padre obsesivo y lleno de miedos, que pierde el tren en el que van los seis niños que tenía a su cargo.