Actualizado a 17/07/2021 07:56
Yuri Slezkine ha explicado convincentemente en
La casa eterna , un libro de más de mil seiscientas páginas, de qué modo para muchos rusos del siglo XX el bolchevismo se convirtió en el principal rasgo identificativo de su país. Hoy, pocos quieren recordar que sus padres, abuelos y bisabuelos habían sido partidarios de esa forma de pensar. Los valedores de la Rusia de Putin instan al pueblo a sostener un futuro prometedor en el lejano pasado ruso, no en el pasado reciente en el que su país se convirtió en la URSS. Sin embargo, a medida que avanza el siglo XXI, comienza a sentirse en el ambiente la necesidad de saber qué fue ser bolchevique.