Se clausura, en Roma, la primera cumbre cultural del G20 tras aprobarse una declaración final con dos objetivos claves; primero proteger el patrimonio cultural del cambio climático y segundo que la cultura desempeñe un papel fundamental en la recuperación tras la crisis del coranavirus, tras ser uno de los sectores más golpeados por el cierre de museos, teatros y cines.
La cita se celebró bajo la presidencia de turno de Italia y el ministro de Cultura anfitrión, Dario Franceschini, subrayó en rueda de prensa que la declaración de 32 puntos, apoyada por unanimidad, marca un antes y un después en la historia del G20 (Grupo de Veinte países industrializados y emergentes), pues por primera vez este foro, tradicionalmente económico, ha dado un espacio protagonista a la cultura.