La paralización administrativa que sacudió a la Generalitat durante tres meses y medio como consecuencia de la pandemia mermó la lucha contra el fraude fiscal en la Comunitat Valenciana, si bien gracias a la actividad desplegada a lo largo de este fatídico 2020 afloraron 75 millones de euros. Esta cifra es un 18% menos que el año anterior libre de covid que aportó 93 milllones a las arcas autonómicas como consecuencia de las labores de gestión e inspección de la Agencia Tributaria Valenciana.
El descenso del dinero recaudado está directamente relacionado con la reducción del número de actuaciones, lo que pone de relieve el impacto positivo de las tareas de control, comprobación e investigación de este organismo autónomo. Así, según los datos facilitados por la Conselleria de Hacienda, a lo largo de 2020 se registraron 33.828 actuaciones frente a las 43.469 de 2019, un 22% menos, lo que explica el menor impacto en los ingresos.