La política cambió el 27 de enero de 2001. Esa noche, bajado del avión y de su exilio, Alan García presidió el último mitin de un gran orador. Ahora, en cambio, la euforia la dan los artistas invitados o el baile disforzado de los candidatos. Ese mitin también inició una nueva manera de hacer política. Empezamos por elegir lo que parecía ser el mal menor y a citar poetas en vez de filósofos.