Berrettini necesitó salvar una pelota de set y un juego de diez minutos de duración para darse cuenta de dónde estaba. Neutralizó la ventaja serbia y peleó hasta el final un set que era clave. De ahí la importancia de un 'tie break' que Berrettini selló con un 'ace'. Djokovic había tenido bola para 6-2 y de repente estaba set abajo.
Reaccionó, no le quedaba otra.
Se llevó el segundo set por 6-4, pero después de volver a ceder su saque cuando pudo cerrarlo por 6-2. Berrettini era una lapa en la pista, un hombre que tenía fe, que creía que podía dar la gran sorpresa. Con las espadas en todo lo alto, el italiano comenzaba a ceder ante la oportunidad de su vida.