golpear y a
golpear hasta que se cansó, yo no sé de dónde me salió la fuerza y salí corriendo", dijo Lucia al recordar aquella noche de su
agresión.
Eran mediados de junio del 2020, época en la que la emergencia sanitaria había puesto a la mayoría de las personas a trabajar en casa.
Lucía -nombre ficticio para proteger su seguridad- había mudado su lugar de trabajo al domicilio que compartía con su
pareja en la ciudad de
Xalapa, algo que le resultó insoportable a su
agresor, tener que pasar más tiempo con ella.