El Gobierno ya ni se esfuerza en fingir tener control de la situación.
Las abuelitas siempre transmiten consejos sabios como el que dice que uno no solo debe ser correcto, sino también aparentarlo. El Gobierno ha dejado por un lado este consejo, puesto que no solo NO es correcto, sino que ya ni se esfuerza en intentar aparentarlo. Lejos están aquellos primeros días de la pandemia en donde el presidente Giammattei aparentaba que su experiencia médica le serviría para enfrentar esta crisis de buena forma. Sus discursos claros al principio se fueron convirtiendo en cantinflescos, donde había que esperar el resumen oficial para entender cuáles eran las nuevas medidas. Hoy es un silencio total o un discurso para echarle la culpa a alguien más de la crisis.