Miguela antes de Miguel de Molina, vida y milagros de un coplista valiente
Nacido en una de las barriadas más humildes de Málaga a principios del siglo XX, el coplista navegó a contracorriente para convertirse en una estrella
El actor Ángel Ruiz, quien conoce bien la figura, detalla los primeros pasos del revolucionario artista
Nacido en una de las barriadas más humildes de Málaga a principios del siglo XX, el coplista navegó a contracorriente para convertirse en una estrella
No tenía nada a su favor. Nada, ninguna de las piezas que conformaban la joven vida de niño nacido a principios del siglo XX en el barrio de Capuchinos de Málaga —por aquel entonces, uno de los más humildes de la ciudad— parecía dispuesta para que se convirtiera en una estrella. Más aún, en un revolucionario. O, quizás, precisamente las circunstancias paupérrimas en las que nació, la pobreza, el abandono de su padre y el ambiente popular y pícaro andaluz en el que se crió fueron, en realidad, las únicas posibles para crear el caldo perfecto, la mezcla idónea —mágica— que construye a un fenómeno. Ángel Ruiz, también artista, también malagueño y también talentoso escribió un monólogo delicioso en el que él mismo interpreta al coplista. En Miguel de Molina al desnudo (Premio Max al mejor actor protagonista, entre otros), Ruiz, solo acompañado de un pianista, a la sazón César Belda, narra toda la trayectoria de Miguel como si él mismo hubiera viajado a nuestra época. Una época en la que, en palabras de Ángel Ruiz, “no hay ninguna duda de que Miguel de Molina se hubiera dedicado al cante y al baile, sería un artista”, pero “también un activista que hubiera estado en la calle protestando por la muerte de Samuel y luchando por la libertad”.