Con el sueño olímpico en reposo, Madrid traslada sus anhelos al
sello Unesco. Este domingo se conocerá el fallo de su Comité Ejecutivo, que decidirá si eleva o no el Paisaje de la Luz a la categoría de
Patrimonio Mundial. La candidatura se sustenta en la excepcionalidad de un florecimiento natural, artístico y científico acompasado en torno al primer paseo arbolado de Europa, el del Prado, y a los Jardines del Buen Retiro. El camino para probar el valor universal de este paisaje cultural comenzó en 2014 y culmina hoy, tres legislaturas mediante, con la convicción de que la ciudad no merece continuar como la