Lo que pudo haber sido un buen texto sobre el autor de
La suave patria, se convirtió en una arenga en favor de sí mismo, es decir, del Presidente. Foto: Adolfo Vladimir, Cuartoscuro.
El 19 de junio se cumplieron 100 años de la muerte de Ramón López Velarde, el gran poeta nacido en Jerez, Zacatecas. Es, sin duda alguna, uno de los más grandes de nuestro país con dimensión universal, aunque se le haya querido reducir a la provincia mexicana.
Para celebrar un siglo de ausencia, Andrés Manuel López Obrador se trasladó a ese pueblo de origen y, cómo no, aprovechó la efeméride como la oportunidad para montar una tribuna y esparcir, extrañamente, un discurso realmente lamentable. Se agradece su presencia por el realce que le da al suceso, porque eso abona a que posemos nuestros ojos ante un poeta verdaderamente extraordinario.