Los científicos del Smithsonian y sus colaboradores han encontrado nueva evidencia de que los pueblos indígenas prehistóricos no alteraron significativamente grandes franjas de ecosistemas forestales en la Amazonía occidental, preservando de manera efectiva grandes áreas de bosques tropicales, cuya composición no se transformó y tuvo un uso sostenible.
Los nuevos hallazgos constituyen un aporte a un largo debate científico sobre cómo las personas en la Amazonía han moldeado históricamente la rica biodiversidad de la región y los sistemas climáticos globales, presentando nuevas implicaciones sobre cómo la biodiversidad y los ecosistemas de la Amazonía pueden conservarse y preservarse mejor en la actualidad.